Ese es el tiempo que le queda a este viaje. Como
algunos de ustedes sabrán, durante mi semana en Budapest tomé en consideración
todo lo que tenía en Argentina y lo poco que tengo en Europa. A eso le sumé la
falta de motivación y de trabajo que hay en Europa por lo que tomé la decisión
de adelantar mi regreso. Convertí una mudanza a Europa del este en un tour de
dos meses alrededor de España. Y estoy muy feliz con mi decisión. Así que
ahora, faltando 254 horas (un poco menos de 11 días) para mi regreso voy a
empezar a relatar esta mini aventura.
Como recordarán, mi viaje empezó en Madrid donde
estuve una semana. Luego de la semana en Budapest regresé a España, más
específicamente a Barcelona donde estuve unos 7 días. Personalmente me gustó
mucho más Barcelona que Madrid, aunque son ciudades completamente diferentes y
vale la pena visitar ambas y pasar un buen rato recorriendo las avenidas,
callejones, plazas y bares de tapas. España es un país con miles y miles de
años de historia y por su territorio pasaron diferentes pueblos. En un
principio fueron los fenicios, luego los romanos, los visigodos, los árabes y
por último los católicos que con la inquisición erradicaron al resto de los
pueblos de la península ibérica.
Toda esta ida y venida de gente causó que hoy en
día España sea un país sumamente heterogéneo, en todo sentido. Después de 6
semanas de recorrida les puedo decir que al ir de una parte a la otra del país,
lo único que se mantiene constante es el hábito de salir de tapas, aunque lo
que se sirve como tapas varía mucho de región en región, en cualquier lado se
puede encontrar una tostada con jamón ibérico o el bocadillo de tortilla. Pero
fuera de eso, no hay nada que se pueda considerar homogéneo en todo el país, ni
siquiera el idioma. Supuestamente el español se debería hablar en todos lados,
pero hay lugares (generalmente los pueblos más chicos) donde puede haber gente
mayor que no lo hable o que no quiera usarlo.
Barcelona queda en Cataluña, en la región noreste del país. Además del español se habla catalán (mejor dicho, la gente habla catalán, pero también aprenden español en el colegio, aunque como ya dije, en los pueblos más chicos quizás solo hablen catalán). Este idioma es una mezcla entre el castellano que nosotros conocemos y el francés. Aquellos que hablae francés van a encontrar las similitudes, los que no hablamos pero chamuyamos un poco, también. Si alguien quiere excluirlos de una conversación, hablando un catalán cerrado lo va a lograr. Es bastante complicado de entender si no estamos familiarizados. En cambio, al leerlo la cosa se simplifica y si van en el metro aburridos, puede ser que se entretengan un rato leyendo alguna edición del diario en catalán (o por lo menos pueden mirar las fotos).
Barcelona queda en Cataluña, en la región noreste del país. Además del español se habla catalán (mejor dicho, la gente habla catalán, pero también aprenden español en el colegio, aunque como ya dije, en los pueblos más chicos quizás solo hablen catalán). Este idioma es una mezcla entre el castellano que nosotros conocemos y el francés. Aquellos que hablae francés van a encontrar las similitudes, los que no hablamos pero chamuyamos un poco, también. Si alguien quiere excluirlos de una conversación, hablando un catalán cerrado lo va a lograr. Es bastante complicado de entender si no estamos familiarizados. En cambio, al leerlo la cosa se simplifica y si van en el metro aburridos, puede ser que se entretengan un rato leyendo alguna edición del diario en catalán (o por lo menos pueden mirar las fotos).
En Barcelona van a encontrar de todo. En serio, es
gigante. Tiene playas, montañas a menos de 2 horas de viaje para practicar
deportes invernales, tiene un castillo, está rodeada de montes con vistas
panorámicas increíbles, tiene vida nocturna absolutamente todos los días, al
igual que Londres es una ciudad muy cosmopolita, llena de gente de diferentes
países y culturas. Tiene construcciones de hace cientos de años y edificios
super modernos. El aire que se respira allí es diferente, es una mezcla de la
brisa del mar, el olor de la enorme masa de gente y de las frituras que salen
de los restaurantes. El sello arquitectónico de la ciudad lo dejó un tipo llamado
Gaudí. Si no saben quien fue los invito a que lo Googleen.
La biografía que nos venden es que cuando este
señor era niño vivía en una granja y se sintió muy atraído a la naturaleza, los
animales, las platas y las flores. Estudió detalladamente las estructuras de
los troncos de los árboles, como las flores se iban abriendo y sus pétalos se
separaban, los panales de las abejas, etc. O sea, si la naturaleza hace las
cosas de esa forma debe ser porque funciona, todos sabemos que la naturaleza es
sabia, si la celda del panal de la abeja es un hexágono, por algo será. Con los
años se convirtió en un arquitecto y en todas sus obras podemos ver un estilo
totalmente revolucionario que fue continuado por sus discípulos luego de su
muerte.
Lo más representativo de éste hombre, entre otras
cosas, se encuentra en el parque Güell, en el diseño del paseo da grácia, en la
casa Batlló (foto de la izquieda), la Pedrera y en la Sagrada
Familia. Este último monumento es uno de los más visitados de la ciudad de
Barcelona y todavía está en construcción. Lleva más de 120 años en obra y se
prevé que estará terminada alrededor del 2035. ¿Por qué tardaron tanto? Bueno, todos
sabemos que los grandes monumentos que existen en nuestro mundo, como las
pirámides de Egipto fueron hechos desgraciadamente con esclavos descartables.
Con mano de obra barata cualquiera puede hacer cosas impresionantes. Al estar
abolida la esclavitud y tener que pagarle a los obreros, la construcción sufrió
varias demoras y pausas a lo largo del tiempo (es realmente inmenso y con miles
de detalles, vale la pena ir y quedarse un buen tiempo apreciándolo).
Otra de las razones de la tardanza es que este tipo
era tan revolucionario que no existían métodos prácticos para ejecutar lo que
él dibujaba. Hubo que esperar avances tecnológicos y mejoras de diversas
técnicas para poder alcanzar lo que estaba especificado en los planos. Es por esto
que cuando vemos el avanze de la obra a lo largo de los años, se puede ver que
al principio venía a pasitos de tortuga pero que se fue acelerando en las
últimas décadas. Por último, está la leyenda de que Gaudí pretendía que cada
generación le agregara algo a la Sagrada Familia y de esa forma nunca estará
del todo finalizada, sino que estaría en constantes reformas. En fin, vayan,
mírenla, paguen la entrada porque vale la pena, ojo con los bolsillos porque
para llegar al monumento hay que eludir un cordón de pungas, y una vez adentro
lean la historia y asómbrense.
Hablando de pungas, ya les comenté en un post
anterior como viene la onda de los gitanos en esta ciudad y de lo paquis (como
los llaman acá cariñosamente) que venden cerveza. En realidad quizás no se dan
cuenta de que les quieren vender. Dicen rápidamente “¿cervesabir?”, lo que
trata de ser un “Cerveza/beer” asegurándose de alcanzar tanto al mercado
hispanohablante como al resto del mundo. Continué un poco más la investigación
y con mi amigo agarramos a uno con las manos en la masa y aquí está el video
mostrándoles como deja la cerveza cuando aparece la policía, el muchacho se
hace el boludo y cuando pasa el peligro, vuelve a buscar la mercadería:
Una semana fue más o menos suficiente para llevarme
una buena impresión de la ciudad, por supuesto que si uno se queda un mes
encontrará cosas nuevas todos los días, pero para un viaje de 60 días, gastar
más de una semana sería demasiado. Ahora sí empezaría el viaje solitario, hasta
ese momento había estado con una amiga en Madrid y con mi amigo Argento en
Barcelona y Lituania, pero armé mi mochila, la cargué con los 15 kg que me
permite llevar Ryanair, dejé el resto del equipaje en su casa y me fui a la
estación de buses para tomar un bondi a Valencia, la próxima parada de mi
viaje.