Después de dos semanas de dormir en el piso (con un colchón pero sobre el piso) por fin se libero una cama en el flat así que estas líneas están siendo escritas desde la “comodidad” de mi cama mientras tomo un mate para no olvidar mis costumbres argentinas y no parecer un gringo cuando decida volver. El clima en Londres está cada vez más parecido al Londres que todos nos imaginamos: frio, oscuro y lluvioso; clima ideal para seguir blogueando los mejores momentos de mi viaje relámpago por Escocia.
Les había comentado que lo primero que hice al llegar a Edimburgo fue ir a probar un autentico desayuno Escocés. Bueno, cuando me entere en que consistía me incline por el clásico desayuno británico de salchichas, bacon y huevos.
Resulta que en Escocia la comida más tradicional es el Haggis que consiste en una mezcla de los órganos internos de un animal (creo que la oveja) bien picaditos con cebolla, especias, etc etc. Lo comen a toda hora, desayuno, almuerzo, cena. Lo comen con fritas, con arroz, con puré, con lo que sea. Me parece perfecto, junto a la gaita es uno de los iconos de su nación y lo respeto. Pero por más respeto que le tengo, no lo pude pasar. Lo probé mas adelante y tiene sabor a morcilla, para que se den una idea.
Al haggis lo acompañan por supuesto con cerveza. Ni agua mineral ni coca, cerveza. Los escoceses tienen una larga tradición de borrachos, hay miles y miles de pubs, los ves tomando a toda hora, abiertamente te dicen que se toman mínimo 7 pintas por noche y que su pueblo lo viene haciendo desde siempre. Más adelante me entere que esto es así porque hace muchos muchos años la ciudad era tan sucia, estaba todo tan contaminado que era imposible conseguir agua potable, por lo que era más “saludable” tomar bebidas creadas por medio de la destilación, como el whisky que tomar agua del pozo. Tiene sentido…y como los nenes empezaban a tomar alcohol desde chicos a los 20 años ya no tienen problemas para afrontar largas noches de escabio. Bueno, no tan largas ojo…como en casi toda Europa, la fiesta a eso de las 12 ya está terminando….
Después de mi desayuno me dirigí en un lugar específico de la Royal Mile desde donde salen unos tours “a la gorra” bastante interesantes para hacer el primer día. Vamos por partes: ¿Qué es la Royal Mile, Pablo? Como su nombre lo indica, es un camino que va desde el castillo que pueden ver en las fotos hasta otro palacio. El camino dicen que mide una milla (por eso lo de Mile) y royal porque une dos palacios. ¿Cómo es eso de tours a la gorra? Yo no sabía, me pasaron el dato y como bloguero generoso que soy, se los paso a Uds. Hay unas cuantas compañías que se dedican a hacer tours en los que se paga después del mismo, dependiendo de que tan a gusto te hayas quedado con el recorrido. Están en muchísimas ciudades de Europa, hay que googlear un poco y se encuentran. Salen de lugares públicos, en este caso era de una esquina bastante concurrida de la Royal Mile.
Como Edimburgo es una ciudad plagada por españoles el tour se daba en inglés y en7 español, así que aproveche para escuchar a alguien hablando mi propio idioma, además que no hay nada más divertido que un español contando chistes (bueno, quizás un cordobés). El tour es a pie y ayuda bastante a los recién llegados para familiarizarse con la ciudad, ya les dije que está llena de pasadizos, escaleras, calles angostas, puentes, calles que parecen calles pero en realidad son puentes y además sirven para aprender montones de datos curiosos sobre los escoceses. Entre ellos que está prohibido escupir en toda la ciudad, si te agarran escupiendo hay que pagar una multa de £50.
El gobierno solo deja escupir en un lugar, esto es en un corazón que se encuentra en la vereda de la Royal Mile frente a la iglesia. La gente escupe ahí por varias razones, entre ellas porque en la iglesia pagaban los impuestos y a nadie le gusta recordar que le tenían que pagar a los ingleses. Hoy en día existe la tradición de que si escupís ahí, algún día volvés a Escocia, así que todos los que pasan escupen, incluido su bloguero amigo. Les recomiendo que recuerden esto si alguna vez van a esta ciudad, que presten atención por donde caminan, porque todos los turistas pasan caminando por ahí sin mirar, y realmente es un asco!
Otro dato super interesante sobre los escoceses es que tienen dos animales protegidos por ley, que si les haces daño equivale a hacerle daño a un ser humano. Estos son unos cisnes que les regalo la reina al gobierno escocés y….créanlo o no, el monstruo del lago Ness. No tengo el dato confirmado, nos lo conto nuestro guía amigo, pero dijo que por ley, si es que existe el monstruo entonces está protegido! Para más información sobre el monstruo del lago Ness (o Nessy como le dicen acá, sigan de cerca al blog que en futuros posts amplío)
Chicos, créanlo o no soy una persona como ustedes y necesito ir a cocinar ya porque me muero de hambre. Mañana sigo con más datos curiosos sobre los escoceses y la ciudad de Edimburgo, incluido el tour fantasma nocturno en donde te llevan al cementerio y te recomiendan que hables con tus seres queridos antes de empezar por si no volvés…..
Nota: la única foto de mi autoría es la primera. El resto son propiedad de sus respectivos dueños.