martes, 26 de octubre de 2010

Empezando la recorrida por Edimburgo

Después de dos semanas de dormir en el piso (con un colchón pero sobre el piso) por fin se libero una cama en el flat así que estas líneas están siendo escritas desde la “comodidad” de mi cama mientras tomo un mate para no olvidar mis costumbres argentinas y no parecer un gringo cuando decida volver. El clima en Londres está cada vez más parecido al Londres que todos nos imaginamos: frio, oscuro y lluvioso; clima ideal para seguir blogueando los mejores momentos de mi viaje relámpago por Escocia.

Les había comentado que lo primero que hice al llegar a Edimburgo fue ir a probar un autentico desayuno Escocés. Bueno, cuando me entere en que consistía me incline por el clásico desayuno británico de salchichas, bacon y huevos.

Resulta que en Escocia la comida más tradicional es el Haggis que consiste en una mezcla de los órganos internos de un animal (creo que la oveja) bien picaditos con cebolla, especias, etc etc. Lo comen a toda hora, desayuno, almuerzo, cena. Lo comen con fritas, con arroz, con puré, con lo que sea. Me parece perfecto, junto a la gaita es uno de los iconos de su nación y lo respeto. Pero por más respeto que le tengo, no lo pude pasar. Lo probé mas adelante y tiene sabor a morcilla, para que se den una idea.

Al haggis lo acompañan por supuesto con cerveza. Ni agua mineral ni coca, cerveza. Los escoceses tienen una larga tradición de borrachos, hay miles y miles de pubs, los ves tomando a toda hora, abiertamente te dicen que se toman mínimo 7 pintas por noche y que su pueblo lo viene haciendo desde siempre. Más adelante me entere que esto es así porque hace muchos muchos años la ciudad era tan sucia, estaba todo tan contaminado que era imposible conseguir agua potable, por lo que era más “saludable” tomar bebidas creadas por medio de la destilación, como el whisky que tomar agua del pozo. Tiene sentido…y como los nenes empezaban a tomar alcohol desde chicos a los 20 años ya no tienen problemas para afrontar largas noches de escabio. Bueno, no tan largas ojo…como en casi toda Europa, la fiesta a eso de las 12 ya está terminando….

Después de mi desayuno me dirigí en un lugar específico de la Royal Mile desde donde salen unos tours “a la gorra” bastante interesantes para hacer el primer día. Vamos por partes: ¿Qué es la Royal Mile, Pablo? Como su nombre lo indica, es un camino que va desde el castillo que pueden ver en las fotos hasta otro palacio. El camino dicen que mide una milla (por eso lo de Mile) y royal porque une dos palacios. ¿Cómo es eso de tours a la gorra? Yo no sabía, me pasaron el dato y como bloguero generoso que soy, se los paso a Uds. Hay unas cuantas compañías que se dedican a hacer tours en los que se paga después del mismo, dependiendo de que tan a gusto te hayas quedado con el recorrido. Están en muchísimas ciudades de Europa, hay que googlear un poco y se encuentran. Salen de lugares públicos, en este caso era de una esquina bastante concurrida de la Royal Mile.

Como Edimburgo es una ciudad plagada por españoles el tour se daba en inglés y en7 español, así que aproveche para escuchar a alguien hablando mi propio idioma, además que no hay nada más divertido que un español contando chistes (bueno, quizás un cordobés). El tour es a pie y ayuda bastante a los recién llegados para familiarizarse con la ciudad, ya les dije que está llena de pasadizos, escaleras, calles angostas, puentes, calles que parecen calles pero en realidad son puentes y además sirven para aprender montones de datos curiosos sobre los escoceses. Entre ellos que está prohibido escupir en toda la ciudad, si te agarran escupiendo hay que pagar una multa de £50.

El gobierno solo deja escupir en un lugar, esto es en un corazón que se encuentra en la vereda de la Royal Mile frente a la iglesia. La gente escupe ahí por varias razones, entre ellas porque en la iglesia pagaban los impuestos y a nadie le gusta recordar que le tenían que pagar a los ingleses. Hoy en día existe la tradición de que si escupís ahí, algún día volvés a Escocia, así que todos los que pasan escupen, incluido su bloguero amigo. Les recomiendo que recuerden esto si alguna vez van a esta ciudad, que presten atención por donde caminan, porque todos los turistas pasan caminando por ahí sin mirar, y realmente es un asco!

Otro dato super interesante sobre los escoceses es que tienen dos animales protegidos por ley, que si les haces daño equivale a hacerle daño a un ser humano. Estos son unos cisnes que les regalo la reina al gobierno escocés y….créanlo o no, el monstruo del lago Ness. No tengo el dato confirmado, nos lo conto nuestro guía amigo, pero dijo que por ley, si es que existe el monstruo entonces está protegido! Para más información sobre el monstruo del lago Ness (o Nessy como le dicen acá, sigan de cerca al blog que en futuros posts amplío)

Chicos, créanlo o no soy una persona como ustedes y necesito ir a cocinar ya porque me muero de hambre. Mañana sigo con más datos curiosos sobre los escoceses y la ciudad de Edimburgo, incluido el tour fantasma nocturno en donde te llevan al cementerio y te recomiendan que hables con tus seres queridos antes de empezar por si no volvés…..

Nota: la única foto de mi autoría es la primera. El resto son propiedad de sus respectivos dueños.

viernes, 22 de octubre de 2010

Camino a las Highlands


Hola! Gracias por entrar al blog e interesarte o por lo menos curiosear lo que iré escribiendo cuando tenga algo de tiempo. Describir el viaje a la India era más que sencillo, como no había nada para hacer por la noche y en la tele no ponían nada bueno, mi única chance de liquidar lo que le faltaba al día era sentarme en la compu a escribir. Además cada día era una vivencia diferente que ameritaba ser plasmada para siempre (o hasta que blogspot exista).

En Londres el tema ha sido muy distinto. Si bien, obviamente es una ciudad muy distinta a lo que estoy acostumbrado, cada día encuentro más y más cosas que yo esperaba no encontrar acá....pero que están. Pero eso lo dejo para más adelante! Voy a empezar desde el final, que vendría a ser mi viaje fugaz a Escocia. Antes que nada quiero aclarar que todo lo que voy a escribir me fue contado por alguien o lo investigue por mi cuenta. O sea, es verdad o al menos alguien me dijo que era verdad....más que nada me refiero a los muchos fantasmas y monstruos que me prometieron encontrar allá al norte...

Entre Londres y Edimburgo hay 535 kilómetros. Hay tres formas viables de llegar: tren, bus o avión. De entrada descarte el avión, porque entre que vas al aeropuerto, haces el check-in, esperas, esperas, esperas, abordás, esperás más arriba del avión, viajas, esperas la valija (mejor no hablar del tema) y viajas desde el aeropuerto hasta el hostel a veces se pierde tanto tiempo que no se justifica. Cuando vi que el pasaje en tren estaba unas 4 veces más que el bus...no lo dude y me compre mi pasaje en "coach".

Me dirigí a la estación Victoria (ubicada a pocas cuadras del parlamento, para que se ubiquen) y me subí a mi coach. Primer diferencia importante con nuestra querida Buenos Aires. Yo me imaginaba llegar y encontrar un ambiente parecido a Retiro. Gente vendiendo churros, relojes truchos, algunos pungas y las plataformas repletas de gente esperando el bus o que te descuides para afanarte algo. Creo que la estación Victoria es una de las más importantes de Londres, pero ni con un cuarto del descontrol de Retiro. No podes salir a la plataforma hasta que el bus no esté listo para abordarlo, y tenés un muchacho que te controla el pasaje y te deposita suavemente tu maleta en la bodega del coach.

"oh...estoy en el paraíso" pensé. Pero no...cuando me senté en mi butaca (que por lo menos en la empresa por la que viaje yo no estaban numeradas y previamente asignadas) me di cuenta que el viaje iba a ser un tanto complicado. Me toco sentarme al lado de un escocés de unos 60 años, buena onda y poco conversador, pero con un aliento a herbicida mezclado con whisky importante. Otro gran problema es que mi coach "low cost" era un semicama y no se reclinaba absolutamente nada. Si viajan por National Express....ya saben. Si sacan un bus nocturno esperando dormir como yo....pues vayan con sueño y lleven almohada (algunos parece que ya conocían la empresa porque estaban equipados). Ahora entiendo porque la estación estaba tan tranquila....la gente paga el tren, llega antes y duerme...

El viaje fue de 8 horas que se me hicieron larguísimas, creo que llegue a dormir 2 horas, pero de a ratos de no más de 20 minutos. Al llegar a Edimburgo estaba lloviendo como suele pasar todos los días por estas latitudes. Sin tentar al destino voy a decir que en las dos semanas que tengo acá, me toco "buen" tiempo. Frio, pero nunca tuve una lluvia intensa que me impidió moverme. Algunas lloviznas si...pero las veces que llovió yo estaba arriba del bus y así como se larga, para. El servicio meteorológico ni se molesta en decir si va a llover o no, puede amanecer soleado y con calor, al rato empieza a hacer frio, después llueve, hay viento, deja de llover, hace calor de nuevo. En fin, todo puede pasar. La constante son las mañanas y noches heladas. Si vas a estar afuera todo el día y lejos de tu casa, es un problema, pero eso vendrá también mas adelante.

Volviendo a lo que venía diciendo, no tengo paraguas, no tuve la necesidad todavía. No traje de Buenos Aires porque pensé "Me compro uno allá que seguramente son buenísimos". Bueno...no. El mas baratito es igual a los chinos de allá, con la menor brisa se dobla (y acá SI hay viento) y encima sale 5 libras (unos 32 pe). O sea....sigo esperando a encontrar alguno que me de más confianza para comprarlo, o que la necesidad me termine ganando y me compre esas imitaciones chinas de paraguas. Ahora que lo pienso, tendría que chequear si la etiqueta de esas “cosas” dice “Umbrella” o “Imitation of a dry keeping device”. En fin, lo primero que me llamo la atención al salir de la estación fue esto:


Así es señoras y señores, un dispenser de paraguas, jaja. Juro que cuando lo vi pensé "Esto es una señal...me van a llover todos los días....". Me acerque para comprar uno, vi el precio, me imagine la calidad y decidí seguir jugando con el destino. Mal no me salió.

Al salir de la terminal tuve que tomar la primera decisión de este mini viaje de tres días "¿Izquierda o derecha?". No tenia mapa, solamente el nombre del hostel y el lugar aproximado en donde quedaba. Lo que no sabía era que Edimburgo (por lo menos el centro histórico) está construida sobre un volcán. El castillo está bien arriba del volcán extinto y la ciudad se fue desarrollando en la ladera del mismo.

Esto produjo que entre una calle y la que le sigue hayan fácilmente 10 metros de altura de diferencia. Entonces las cuadras son larguísimas y pegan vueltas para salvar la diferencia de altura. Mas adelante me entere que toda la ciudad esta cruzada de pasillos, calles microscópicas (que si la vieras en Buenos Aires por barrio Abasto te daría miedo de pasarles cerca) y escaleras que tienen un cartel indicando a donde te llevan. Estuve tres días en la ciudad y les aseguro que no aprendí estos atajos, siempre terminaba subiendo hasta arriba de todo, aparecía al lado del castillo y después volvía a bajar hacia donde necesitaba ir.

Con ayuda del GPS encontré más o menos el camino al hostel, seguramente no el mejor camino, pero un camino al fin. El frio que hacia allá a las 7 de la mañana es comparable al que tenemos en Buenos Aires los días de "ola polar". Mucho frio...de solo pensar que en Capital estaría tomando sol por estos días....en fin! Hay que salir a recorrer el mundo. Por suerte al llegar al hostel me volvió el color a la cara. El alojamiento era muy bueno para el precio (5 libras, lo que me saldría un paraguas....), espacioso, con una buena cocina, salas de estar y lectura, free wifi, habitaciones y baños cómodos, no me puedo quejar! Solamente que como llegue demasiado temprano me dijeron que vaya a pegar una vueltita por la ciudad, porque el check-in era a las 3. En fin....vacaciones son vacaciones. Hacia frio, no había dormido....que podía hacer??? No se me ocurrió mejor idea que probar el desayuno escocés, pero eso será la próxima porque ya se me hizo un poco largo este post y no los quiero aburrir.

Las imagenes son propiedad de sus respectivos sitios web. La imagen del dispenser de paraguas y de Edimburgo son propiedad de Pablo Colangelo