lunes, 29 de noviembre de 2010

The Beatle tour begins

Buenas noches amigos. Son las 19:46 el viernes 26 de noviembre de 2010. Me encuentro en el hostel Hatters en Liverpool, matando las 2 horas que faltan hasta que salga mi bus a Dublin, Irlanda. Hay mejores formas de matar el tiempo que estar sentado frente a la compu bloggeando pero con una mano en el corazón les digo que estoy agotado. Encima esta noche viajo por National Express….ya les comenté como viene la mano, no espero dormir mucho, jeje.

Además, como la mayoría sabrá, Irlanda queda del otro lado del mar irlandés lo que significa que el bus se sube a un ferry. Más aún, tanto Liverpool como Dublin están casi sobre el mar por lo que el viaje en bus es mínimo, casi todas las 8 horas de viaje serán integras arriba del barco por lo que cada vez se desvanecen más mis esperanzas de pegar los ojos esta noche.

En fin, no voy a quejarme de lo que todavía no pasó, mejor les hago un breve resumen de mi viaje. Todo empezó unas semanas atrás cuando me enteré de que Jamile va a estar a partir de mañana en Dublin. Se me ocurrió aprovechar la oportunidad de viajar con alguien conocido y empecé a buscar como transportarme hasta Dublin. Los vuelos desde Londres son carísimos, si se tiene en cuenta la distancia. No bajaban de £40 los low cost (sin contar que por despachar la mochila te cobran £15 más). Caminando por la calle noté que mis amigos de National Express vendían pasajes muy económicos en bus a Paris y Amsterdam. “Si cruzan el canal de la Mancha seguramente cruzan el mar irlandés”, pensé. Y estaba en lo correcto, por un precio muy conveniente y luego de 12 horas sentado en los comodísimos buses de National Express, se puede llegar desde Londres a Dublin.

Cuando estaba a punto de comprar el pasaje se me ocurrió mirar el mapa y descubrí que Liverpool estaba “ahí no más” de Dublin, del otro lado del mar. Todo cerraba, no tengo trabajo, puedo visitar la ciudad de los Beatles y de paso divido en dos el viaje en bus infernal y no necesito ninguna cirugía reconstructiva para mi columna vertebral. Finalmente, para complicar un poco más el asunto encontré un pasaje en tren Londres – Liverpool exclusivo para argentos, solo £16, 2 horitas de viaje pero salía de la estación Euston de Londres a las 5:27 am.

El martes pasado por la noche me investigué los recorridos y horarios de los mundialmente odiados night buses londinenses. Yo vivo en South London y Euston queda más bien para el norte, no son grandes las distancias pero calculé que para llegar a las 5:00 (horario apropiado en caso de imprevistos) tenía que salir de mi casa a las 3:45. El mayor problema no es el sueño ni el viaje de casi 2 horas para tomar un tren de casi 2 horas, sino que para esta semana anunciaron temperaturas alrededor de los 0 grados y nevadas en el norte del país.

En fin, no tiene sentido que les diga una y otra vez el frío que se sufre acá, simplemente asúmanlo y si llega a hacer más frío aún, les aviso. El tren fue mejor de lo que esperaba. Ningún camarero a bordo ni wi-fi, ni tele pero los asientos eran bastante cómodos, algunos con mesas para apoyar tu notebook y el café y lo más importante, buena calefacción. Lo más asombroso, como pueden ver en el video, es que el tren es 100% “touch” como pueden apreciar en el video. Para abrir las puertas apretás un botón, la puerta del baño parece la del Enterprise, hasta los baños son futuristas, ni Gene Roddenberry se los hubiera imaginado así.

Después de unas pocas paradas y de una requerida siesta, casi a las dos horas de viaje, empiezan a verse los primeros indicios de estar llegando a una ciudad importante. El tren entra en un enorme canal con paredes de unos 15 metros de altura y en unos pocos minutos llegamos a la estación Lime de Liverpool. Esta estación está situada sobre la calle con el mismo nombre y al pisarla ya nos estamos metiendo en nuestro primer “punto Beatle”. Como Uds. sabrán (sino lo saben ahora), la canción Maggie May hace mención a ésta calle. Al levantar la cabeza me reciben los fab4 como pueden ver en la foto. Esta ciudad vive claramente de y para los Beatles.

Prendo mi GPS para orientarme y me dirijo lo más rápido posible al hostel. El cansancio de caminar con las dos mochilas, de levantarme a las 3 am y el frío polar de la mañana Liverpoolense estaban atentando contra mis ganas de turistear y más bien me estaban pidiendo un desayuno inglés como el de la llegada a Edimburgo. En el hostel me llevé la grata sorpresa de que tenía el desayuno incluido y como era temprano hasta podía encontrar algo de comida….justamente lo que estaba buscando, comida gratis en el momento indicado.

La habitación era de lo más normal. Al entrar me recibe un indio que desayunaba hablando por Skype con sus padres al mejor estilo Koothrappali. Me saluda con una sonrisa y me advierte que no use la cama de abajo porque ya la tiene reservada un gato que se cuela por las noches desde hace ya bastante tiempo y nadie cambia las sábanas. ¿Y si cierran la ventana no es otra posible solución? Cierro la ventana, cambio las sábanas y me instalo en la cama de abajo, si algún gato me quiere hacer compañía…acá lo espero.

Ese día tenía la reserva para visitar las casas de la infancia de John Lennon y Paul McCartney. Las casas fueron vendidas un par de veces, algunos de sus dueños jamás se enteraron a quien pertenecieron y finalmente fueron comprados por personas conscientes de su valor musico-histórico. Por ejemplo la de John Lennon fue comprada por Yoko Ono que según los guías suele pasearse por ahí de vez en cuando. ¿Quien sabe? Quizás hoy nos abre ella la puerta y nos invita a tomar el té. Los actuales dueños le encomendaron a National Trust el mantenimiento de las casas y ellos por medio de fotos, testimonios y suposiciones acomodan las antiguas moradas de lo músicos de la forma más parecida a cómo eran en su momento. Si, leyeron bien, las casas son originales pero lo de adentro está “ambientado”, son cosas similares a lo que “supuestamente” había cuando los Beatles vivían ahí. No digo que este mal ni lo estoy criticando, solo que cuando vean una caja de porotos no pienses “Uh…John comió esos porotos”. Hasta suelen mostrar fotos y nos invitan a compara lo que vemos en las fotos con la apariencia actual de la casa para comprobar que es bastante parecido pero no igual. No se decepcionen que la magia sigue ahí.

Obviamente que todo esto no es gratis y el paseito sale unas buenas libras, pero vale la pena. El tour empezaba a las 12:30 y por más que estiré el desayuno gratis, a las 9:30 ya estaba libre así que empecé la turisteada por el puerto de Liverpool, cerca desde donde sale el tour. No hay mucho que comentar, una foto vale más que mil palabras y un video 25.000 por cada segundo de duración. Liverpool tiene una rueda parecida al London Eye, pero más chica y un poco menos absurdamente cara, que de todas formas no subí y un megasalón multiusos en el que entran no se cuantas miles de personas en el que el tocó alguna vez el mismísimo Paul McCartney.

A las 12 se acabó el sufrimiento de hacer tiempo al aire libre y entré al hotel desde dónde parte el tour. Ahí conocí a otro Argento por Europa haciendo un viaje express a Liverpool aprovechando los viajes Low Cost de Rayanair. El tour comenzó en Mendips, la casa dónde vivió Lennon su adolescencia, donde se juntaban los Beatles las primeras veces y donde nacieron sus primeros hits. La verdad que no me considero super fanático de los Beatles pero a mi me resultó una experiencia impactante.

Creo que si no te gustan los Beatles, si vas a Liverpool te rompen tanto las pelotas con estos 4 que los terminás odiando y rompés la radio la próxima vez que pasen una canción. Si te gustan pero no sos Badía, como es mi caso, te terminás identificando con alguno de ellos o todos, sentís lo que sintieron, ves como fueron creciendo, te das cuentas por las presiones que pasaron y lo mucho que se diviertieron y te volves de Liverpool queriéndolos más y hasta admirándolos, como es mi caso. Y por último, si sos un mega fanático seguramente te vuelvas contento pero un poco decepcionado, porque se ve todo un poco desordenado, a veces por arriba, sin poder detenerte lo suficiente en lo que te gustaría.

La visita a la casa de Lennon fue algo mágico, repito que no soy super fan de los Beatles. Pero estar en el jardín donde John jugaba, ver los Strawberry fields, entrar a su cuarto que casi no fue modificado, pensar que ahí se juntaban y escribían los hits que hasta hoy reconocemos como joyas musicales, es muy fuerte. Me paré en la ventana de John y miré hacia la calle, como lo habrá hecho él mil veces (y también los miles y miles de turistas que visitaron la casa) y sin quererlo se me creó una especie de conexión que causó que al salir de ahí me aumentara el interés en la banda. Ya me habían advertido que iba a pasar y pasó.

Los dejo con la intriga de cómo sigue mi conexión Beatle porque el post se me hace muy largo y hace mucho que no subo nada. Adiós!


Nota: las fotos del ferry y de los gato son propiedad de sus respectivos autores!

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Guy Fawkes day


Domingo a la noche, acaba de terminar un fin de semana más en Londres. O mejor dicho, un fin de semana menos. Uno menos para aprovechar que la temperatura es dentro de todo soportable para un Argento en Europa. Desde que arrancó noviembre la semana pasada y yo me quejo por el frío a cuanta persona se me cruza (primer opener para una conversación es sin dudas el frío y/o la lluvia) todos me advierten que “esto no es nada” que tengo que “esperar a las últimas semanas de diciembre y primeras de enero” para comprobar lo que es un verdadero invierno. Que la “ropita de veranito” que me traje de Buenos Aires pronto va a dejar de servirme, que “si ya me agarró un catarro ahora, para año nuevo estoy en el hospital” y bla bla bla.

La realidad es que esta haciendo un fresquete nada cómodo que te hace pensar dos veces si vale la pena ir al super a comprar algo para comer o si preferís unos caramelos y la coca sin gas que quedó del día anterior. Si gente, con calzas térmicas, guantes, gorrito, pañuelito y todas las cosas que se les ocurra, a las 3 am cuando estás esperando ese night bus que viene cada media hora y acabas de perder (en las paradas están los horarios así que sabes exactamente cuando corresponde putear) trato de concentrarme en el veranito que estaría viviendo en Buenos Aires, tomando solcito en la plaza, tomando mate, escapándole a los mosquito….y en ese momento llega el bus.

Pero me he dado cuenta que si hay algo que odio más que el frío es la lluvia. En alguno de los primeros posts les dije que venia con suerte esquivando la lluvia y paseándome sin paraguas. Esos tiempos han pasado queridos lectores, llevo el registro que en los últimos 9 días ha llovido en forma molesta y constante durante 8…Para mejor los paraguas que venden acá son igual de truchos que los que se venden en Buenos Aires (no recuerdo si ya se los había dicho), con la única diferencia que acá salen una fortuna. Tip del Argento para tu viaje a UK: traigan paraguas decente.

Yo termine comprando un paraguas medio pelo en el Primark (una tienda para los que andamos con el presupuesto limitado) y al tocarlo por primera vez me di cuenta que me iba a durar poco. Y así fue, el jueves me quedé sin paraguas. Pero no porque se me rompió sino porque equivocadamente me siento un londinense y me subí a un bus que no conocía porque en la parada leí que iba a Pimlico (un lugar “cerca” de donde vivo). Pensé, “cuando reconozca alguna esquina me bajo”. Dejé el paraguas en el piso para que se seque y me tiré a escuchar música. Cuando ya había pasado un laaaargo rato miro por la ventana y me di cuenta que el ambiente era cada vez menos céntrico. Prendo el GPS y cercioré que para londinense me faltan un par de años. Me había pasado como 8 cuadras. No es grave pero la lluvia de acá te multiplica ganas de putear por 3 y el frío siberiano del jueves lo multiplicaba por otros 3. Así que para mi fue como si me tuviera que bajar en el Abasto y me pasaba hasta Retiro. Uds dirán “Y…tomate el subte C y combiná con el B”. Acuérdense que soy pobre y no tengo travel card de tube, solo de colectivos. Me bajé corriendo, crucé y espere 20 largos minutos al bondi que iba para el otro lado. Por dios….ah si…cuando llegué a casa me avivé que el paraguas quedó en el piso del f**ing bus.

Así que como introducción ya saben como viene la mano con el frío y la lluvia, cuando llegue la nieve actualizo mis puteadas blogueras. Este post lo quería dedicar en realidad a la megafiesta que se vivió en UK el fin de semana pasado. El 5 de noviembre se festeja el Día de Guy Fawkes. No creo que estén familiarizados con la historia británica, así que les hago un resumen de 2 líneas. En 1605 un tipo al que llamaron Guy Fawkes (creo que no era su verdadero nombre) quiso volar el parlamento británico (ese que ven al lado del Big Ben) por razones político-religiosas. El flaco puso barriles de pólvora debajo del parlamento y estaba todo listo para hacerlo volar pero el 5 de noviembre lo descubrieron. Aparentemente, según tengo entendido sus planes no eran tan secretos, se lo contó a demasiada gente y como que lo agarraron sin demasiada investigación. En fin, lo torturaron, juzgaron y mataron. Todos los 5 de noviembre se recuerda este día (Remember, remember, the fifth of November) con bonfires (fogatas, antorchas, quema de muñecos) y fuegos artificiales.

Lo que no queda bien claro, según una británica que entrevisté, es si festejan que lo agarraron o que quisieron volar el parlamento. La fiesta termina con la quema de unos muñecos del Guy…así que creo que la respuesta es obvia, pero los dejo para su análisis. En fin, ya antes de venir a Inglaterra, hace como más de cuatro meses, mi amigo británico Alex me prometió llevarme a la “mejor bonfire” de Inglaterra. Yo obviamente no tenía ni idea de que me hablaba por lo que recurrí a Google y Wikipedia. Me pareció entretenido que la gente tuviera este tipo de tradiciones, ir a un parque a encender fogatitas con la familia y ver fuegos artificiales. Pero mi mente porteña no podía imaginar en lo que consistía la celebración.

El martes 2/11 me llega un mensaje de mi amigo Alex que me costó entender. El está estudiando español y hablamos los 2 idiomas, pero para este tipo de comunicaciones prefiero el inglés….desgraciadamente me escribió en español. Decía algo como “Los planes son, viernes a las 2 salimos a la mejor bonfire, trae mas ropa, quizás no regresamos a Londres”. Durante mis expediciones a Londres vi carteles en la calle que promocionaban la “mejor bonfire de Londres” el 5/11 en el Clapham Common yo interpreté que íbamos a ir acá, incluso le dije a todos mis conocidos. Además que me venía genial porque Clapham Common queda a unos pocos minutos en bus desde mi flat.

Pero no era ahí. Según mi amigo la mejor Bonfire de Inglaterra es la de Lewes, un pueblito muy chiquito cerca de Brighton, una ciudad que queda a 2 horas de Londres hacía el sur, a la orilla del mar. Puse en mi mochila la cámara, algo de ropa impermeable, cepillo de dientes y salí a encontrarme con mi amigo en Victoria. Después de compartir un par de mates con 2 chicas que se estaban quedando en la casa de Alex nos subimos a su VW Golf y partimos en dirección sur. Como pueden imaginarse, día festivo y viernes a la noche (4 de la tarde) todo el mundo iba para el mismo lado. Llegamos a Brighton ya entrada la noche y con nada de tiempo para recorrer la ciudad, ya que habían contratado un bus que nos pasaba a buscar a las 7 de la tarde y nos llevaría a Lewes. Ahí me enteré que la bonfire no era en Brighton sino en Lewes, me iban dando la información de a poco. Al regresar de Lewes se armaba una fiesta en la cada de un amigo de Alex, más tarde nos tiraríamos a dormir ahí entre las latas de cerveza y los borrachos incapaces de llegar hasta la puerta y mucho menos a sus propias casas y al día siguiente tendríamos todo el día para recorrer la ciudad de Brighton.

Llegamos a la casa y estaban calentando motores con unas cervezas mientras pegaban pinturas home made con tintas fluorescentes en la pared, instalaban la luz negra, y clausuraban zonas no aptas para borrachos y/o drogrados de la casa. Como me vieron aburrido me pusieron a soldar unos conectores para la consola del DJ. Esta gente se toma la fiesta en serio…tan en serio que nos dieron a cada uno de nosotros un papel con los F.A.Q. sobre la bonfire de Lewes, hecho por ellos mismos por supuesto. El papel en un lado tenía un mapa con algunos landmarks y del otro lado 31 preguntas con sus respectivas respuestas. No tengo a mano el papel, pero cuando vaya a Buenos Aires se los muestro. Las respuestas destacadas eran algo como:

7) ¿Por qué nos vamos hasta Lewes para ver a unos tipos prendiendo fogatas y tirando fuegos artificiales? Respuesta: ¿tenés algo más interesante para hacer?

12) Si me aburro antes de tiempo, ¿puedo volver antes? Respuesta: podés tomar un taxi

15) Me perdí, ¿dónde estoy? Respuesta: tenés un mapa del otro lado de esta misma hoja

30) ¿Dónde está Alex? Respuesta: No se.

Llego nuestro bus y fuimos los cuatro a Lewes. La escena era bastante similar a cuando ibas de excusión con la primaria. 50 personas desaforadas, gritando, puteando al chofer, saltando, gritando, comiendo y chupando. La diferencia era que en lugar de estar repleto de escolares eran todos tipos 30+ con un amor increíble a los fuegos artificiales y que no tomaban Cepita de manzana sino cervezas de medio litro. Bajamos del bus y nos recordaron que no perdiéramos los papelitos ya que era de vital importancia en caso de que nos perdamos y que nos veríamos de nuevo todos ahí a las 12 (si!! 12 de la noche, bien entrada la madrugada para ésta gente).

En el momento que dí 2 pasos perdí a mi amigo Alex, por suerte encontré a sus 2 amigas que de paso hablan español. Ahí comprobé que ésta era posiblemente una de las mejores bonfires del país. Había miles de personas desfilando vestidas con diferentes trajes de distintas épocas y con motivos distintos. Vestidos medievales, de la edad moderna, militares, fuerzas armadas inglesas, escocesas, bomberos, etc etc. Llevaban muñecos enormes (entre ellos el de Guy Fawkes), cargaban antorchas y tiraban bombas de estruendo. Entre toda esa masa candente de gente se alternaban tipos haciendo piruetas y algunos músicos.





Iban desfilando desde lo alto de la montaña donde hay un castillo hasta quien sabe donde cuesta abajo. Nosotros buscamos un lugar cómodo para mirar y sacar fotos, lejos de las bombas de estruendo y disfrutamos del show. La multitud estaba totalmente desaforada, creo que como miembros del reino animal nos vemos excitados por el fuego (y el alcohol y las drogas, en fin). Todos estaban fuera de sí, la excusa es Guy Fawkes pero la realidad es que esperan este día para ponerse en pedo, y prender fuego cosas, genial, no??



Terminada esta parte del show, nos dirigimos a un descampado donde se vendría el segundo acto. Comenzaron prendiendo fuego lo que a la distancia me pareció un árbol. Quizás era una construcción especialmente diseñada para ese fin, no estoy seguro, de esta gente se puede esperar cualquier cosa. A esta altura la mayoría ya tenía un nivel de alcohol que superaba a la cantidad de sangre en sí y cuando me veían con mi camarita y mi sonrisa de “no entiendo un carajo pero vamos a disfrutarlo igual” me empezaban a charlar. La mas simpática fue una inglesita que nos demostró sus conocimientos de español diciendo “quiere una taza de café grande por favor” jaja. Por lo menos nos sacó la foto que ven a su izquierda y que queda de recuerdo de es noche. Siendo las 3 am en este preciso momento su bloguero amigo se va a dormir pero uds. ni se van a dar cuenta porque mañana sigo como si nada.

Estimados, estoy de vuelta. Increíblemente hoy el día amaneció parcialmente nublado. Para mí que ya me estoy acostumbrando a la falta total de luz esto es como un día de sol pleno. Así que para aprovechar este día genial voy a salir a correr por el Hyde Park por lo que necesito un buen desayuno mientras escribo estas líneas. Ayer aprovechamos que los dos inquilinos que estaban viviendo en nuestro living se fueron, limpiamos toda la casa y lucí mis dotes de diseñador de interiores cambiando la mesa de lugar poniéndola al lado de la ventana. Pueden ver el resultado en la foto.

Como les contaba ayer, después de las fogatas hubo un show de fuegos artificiales increíble desde diferentes partes de Lewes. Como era de esperarse en este país, empezó a llover y con las 2 chicas dijimos “listo…muy lindos los fueguitos pero nos vamos al micro”. Sacamos el papel con el mapa que supuestamente sería nuestra salvación pero se entendía poco y nada. El GPS de mi teléfono tampoco agarraba señal por alguna razón mística así que estábamos totalmente perdidos bajo la lluvia y los fuegos artificiales y embarrados hasta las rodillas.

Al cabo de 20 minutos de idas y vueltas encontramos el bus. Eran solo las 12 am pero yo ya sentía que eran las 4 de la mañana….no daba mas. Dormí un rato para cargar pilas en el bus que nos llevaba de nuevo a Brighton porque la fiesta todavía no empezaba! Llegamos y como picaba el hambre hicimos un stop en un copia paquistaní de McDonald’s para cargar el tanque. Luego fuimos a la fiesta donde éramos los únicos no anglo-parlantes de nacimiento, siendp la atracción principal del evento, todos pasaban para charlar un rato, algunos hasta nos hacían el favor de hablar un poco más despacio para que les entendiéramos. Lo que más nos llamó la atención es que los hombres venían a hablarme a mí y las mujeres se chamuyaban a las 2 chicas, cuando generalmente es al revés. A medida que iban pasando latas de cerveza y cosas extrañas en una habitación a la que no entré, todos nos fuimos soltando y la fiesta fue tomando color, pero por alguna razón que todavía desconozco una de las chicas se quiso volver a las 4 am y Alex tuvo que manejar todo el camino de vuelta hacia Londres esa misma noche, dejando el sightseeing del día siguiente de Brighton en el olvido. Como siempre se me hizo largo el post, voy a salir a correr y luego a seguir planificando el viaje a Liverpool, Dublin y Belfast.

Me olvidaba: la fiesta duró todo el fin de semana con mas fuegos artificiales en Londres. Aquí les dejo el link a una galería de fotos de lo que fue esta misma fiesta en Victoria Park.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Don't tell me to mind the gap...

Voy a dejar el resto del viaje a Escocia para el próximo post. Me urge contarles un poco lo que es el día a día por estas latitudes. Como ya les dije la vida en Londres es básicamente la misma, uno se levanta, se baña (o por lo menos debería), desayuna y sale a la calle, ya sea para trabajar o para hacer turismo como es mi caso. Después vuelve y hace en su casa lo que quiere. Ahora, el tema es cómo se hacen todas estas actividades. En cada una de ellas te podes encontrar haciendo algo totalmente impensado en Buenos Aires, como la forma de pagar en la mayoría de los supermercados o el colectivo. Todas estas experiencias las iré contando de a poco porque si largo todo ahora después me quedo sin material.

Así como diferencias hay miles de similitudes. La que me tocó vivir hoy por la mañana fue el Tube Strike, o “paro de subtes” en porteño. Estos muchachos fueron los primeros en hacer un túnel bajo un río (el Támesis) gracias a un método inventado por Brunel lo que les permitió crear más y más túneles que más adelante, por 1860 empezaron a llevar trenes subterráneos. Hoy en día tienen una de las redes de subterráneos más extendidas del mundo, pero no se si la mejor. Los trenes generalmente llegan a horario, pero al igual que en Buenos Aires, te podes quedar clavado en una estación en el medio del túnel durante un buen rato o cierran una línea entera de un momento a otro o simplemente la totalidad de sus trabajadores se declararan en huelga y la red entera colapsa:

http://www.metro.co.uk/news/832385-tfl-tube-strike-2010-what-to-expect

La pregunta que yo me hice cuando me enteré del paro fue ¿qué están pidiendo?. ¿Más dinero? Teniendo en cuenta lo que sale el pasaje les deben pagar bastante bien. Cada vez que uso mi Oyster Card (la monedero) se me cae una lágrima. Cada vez mi cerebro hace más rápido la multiplicación por 6.45 y me doy cuenta que estoy pagando pequeñas fortunas por trivialidades del día a día. Solo imagínense lo siguiente. Acaban de llegar al aeropuerto de Heathrow y quieren ir a su hotel que queda en Marble Arch, por decir una cosa. Para el transporte la ciudad está dividida en zonas concéntricas, siendo 1 el centro y la 6 la más alejada. Un británico no te va decir “No man…eso queda en la loma del culo”, sino que gentilmente te va a decir “Excuse me, but that’s further than zone 6”.

Siguiendo con nuestro ejemplo didáctico, el aeropuerto queda en zona 6, Marble Arch en zona 1. Si sos un argento estándar, medio asustado por el cambio del idioma, con un poco de miedo a preguntar o si simplemente estás cansado del viaje en avión y lo único que querés es ir a tu hotel, vas a la ventanilla, pedís un ticket a Marble Arch y te van a cobrar nada mas ni nada menos que £4,50 unos $29 pesitos argentinos. Si si, por un viaje en subte de 40 minutos. Por suerte la gente de TFL (Transport for London) se dio cuenta que esto era un afano y si pagás eso mismo con tu Oyster Card te sale “solo” £4,20 en horas pico y £2,40 en horas no pico (si…también hacen distinción por eso). Si me acompañan hacemos las cuentas, la diferencia entre viajar en hora pico y en otro momento es de £1,8 lo que sale un sándwich medio pelo de pollo, bacon y lechuga en cualquier kiosquito. Así que si llegaron en hora pico les recomiendo que se compren un sándwich, se sienten a desayunar tranquilos y el viaje lo dejan para después, jeje.


Pero la gente de TFL es más bondadosa de lo que parece y si bien te meten un paro de subtes y dejan a todo el mundo a pata o en los bondis (como muestra el video de arriba), también tuvieron sus momentos de caridad para con el pasajero. Implementaron las travelcards que son bastante difíciles de entender en un principio, pero la idea es que vos comprás una tarjeta “virtual” en forma semanal, se la pones a tu Oyster Card y solo pagás el fijo de la tarjeta, dentro de la semana haces todos los viajes que querés, es como ir a un tenedor libre. Las travel cards para los subtes vienen por zonas, obviamente, así que si todos los días vas a ir a lugares diferentes, es bastante difícil decidir que travel card comprar, pero como la mayoría de la gente es un esclavo de oficina como su bloguero amigo será en un futuro, se supone que el lugar de trabajo y el domicilio son fijos así que compras el travel card que corresponde y ya estás ahorrando!

http://www.metro.co.uk/news/832385-tfl-tube-strike-2010-what-to-expect

Habiendo estado un mes acá creo que tengo la experiencia suficiente para darles un par de consejos en caso de que quieran venir a visitarme. Si vienen con una onda de turista es raro que vayan más allá de la zona 2, salvo que quieran ir a un lugar muy específico o el caso para ir al aeropuerto. Así que lo primero que tienen que hacer en Heathrow es comprar la Oyster. Sale £3 pero si sos ultra rata la podés devolver después y te reembolsan ese dinero. Además es mucho más cómoda y todos los pasajes subsiguientes les van a salir muchísimo más baratos. Después tienen que evaluar si les es tan importante manejarse en el tube, el travel card de los buses es mucho más barata, se dan el gusto de subirse a los famosos buses rojos, y lo más importante es que VEN por donde están yendo, conocen bien la ciudad, los barrios, las calles y hasta pueden viajar en el “upper decker” para tener una mejor vista de todo y sacarse fotos. El único problema es que los días de semana a toda hora manejarse en lo que es la zona más céntrica puede ser un sacrificio. Lo bueno es que los buses en Londres son realmente muy fáciles de usar, casi tan fácil como el tube, pero eso se los cuento en otro post.

Me fui un poco del tema. Hoy me levanté a las 8 para hacer un poco de ejercicio antes de arrancar mi día. La realidad es que ya está oscureciendo a las 4:30 de la tarde y amanece a eso de las 6 así que hay que despertarse temprano para aprovechar las horas de luz y no terminar viviendo en la oscuridad eterna. Salí de mi departamento y empecé a correr en dirección al río. Ah…cierto que todavía no les dije donde estoy, lo dejo para el próximo post, pero por ahora les dejo el street view de mi flat así se deprimen (o no) viendo donde vivo y se imaginan por donde salgo a correr y que tan lejos estoy de las zonas interesantes de Londres.

http://maps.google.com/maps?q=51.479726,-0.104628&num=1&sll=51.482308,-0.099169&sspn=0.006295,0.009957&ie=UTF8&ll=51.47998,-0.10407&spn=0.00727,0.021136&z=16&layer=c&cbll=51.479976,-0.104067&panoid=4qpVNp7chxESVEx3UnPbMQ&cbp=12,142.79,,0,-20.26

Al llegar a la estación de subte Oval veo que estaba cerrada. Ahí me percaté del paro y entendí el porque del tránsito clavado a horas tan tempranas, de la gente de mal humor y las colas en las paradas de los colectivos. Por suerte, siguiendo mi propio consejo yo apenas llegué saqué el travel card de los buses y no me afectaba del todo el paro, aunque tuve que empujar a varias viejas y treparme de un bus para viajar más tarde. Cruzar las calles es un tema para un post completo, realmente hay que tener mucho cuidado al principio, no solo porque se maneja para el otro lado sino porque los autos te vienen de todos lados! Si a esto le sumamos que cuando voy corriendo la idea es tratar de parar lo menos posible, salir a trotar por las calles de Londres puede ser un deporte de alto riesgo, más con tránsito intenso y conductores británicos todavía en pedo del día anterior y nerviosos porque están llegando una hora tarde al trabajo.

Al llegar al Vauxhall Bridge bajé por el Albert Embankment y ya me cambió el humor porque es una callecita peatonal junto al río, te olvidas de los autos, de la mala onda de levantarse temprano y ponés todas tus pilas en el objetivo que es llegar al próximo puente, el Lambeth Bridge. Cuando tenga un poco más de estado físico me voy hasta el siguiente puente, el Westminster Bridge sobre el que están el parlamento y el Clock Tower, famoso por tener la campana Big Ben. La distancia entre los puentes es casi la misma, pero admito que la vuelta completa entre los dos primeros puentes y volver al departamento ya me deja de cama.

A la vuelta me detuve por la zona de Vauxhall para empezar a recuperar un poco el pulso. En eso me para una lady inglesa para hacerme una pregunta sobre los colectivos, aparentemente siempre viajó en tube y ese día no tenía mas opción que subirse al bus. Medio desubicada porque me vio transpirando, necesitaba caminar para terminar mi rutina como corresponde. Yo traté de contestarle bien y lo más rápido posible, cosa que no le gustó a la señora, les transcribo la conversación TAL CUAL:

  • Vieja: “Excuse me, can I ask you something?”
  • Yo (sin detenerme y apresurado): “Sure”
  • Vieja: “Does the 36 that stops here go to Hyde Park?”
  • Yo (alejándome y gritándo casi): “Yeah!”
  • Vieja (visiblemente enojada): “You don’t say ‘Yeah!’ you should say ‘Yes’ young man…”
  • Yo (entre dientes): “F*** off”

Jaja, encima que me corta el entrenamiento me quiso hacer de profesora de inglés, a ustedes les parece? Queridos amigos, como siempre me quedan anécdotas para contarles pero hoy el sueño puede más. Espero que les haya servido de algo la info que les dí hoy, o sea que si les preguntan algo, tienen que decir “YES”.

Nota: La única foto tomada por mi es la primera. El resto son propiedad de sus respectivos autores o de la página de donde fueron tomadas.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Ghostbusters


Como alguien dijo por ahí, estoy viviendo como los gitanos, sin despreciar a los gitanos en lo más mínimo. Ya voy a ampliar cuando sea el momento, pero acá en Londres se estila alquilar un departamento con 3 habitaciones y subalquilarlo a la mayor cantidad de personas posibles, apilándolos cual fichas de Tetris, permitiéndoles tener un lugar para vivir por solo una fracción de lo que saldría un hostel. Hay departamentos mejores y peores, landlords hinchapelotas y copados. Calculo que no es el único país que se maneja así, pero nunca lo había vivido.

Esta bueno socializarse con la gente, pero llega un momento que el departamento parece un asentamiento gitano, gente entrando y saliendo, gente que se va sin avisar y sin pagar, gente que sale del baño y nunca habías visto en tu vida, ropa colgada por todos lados, la cocina y el baño hechos un asco hasta que alguien dice “che, se me perdieron 20 pounds, no estará entre todos esos platos sucios??”. Por suerte hay momentos en que puedo sentarme en la mesa a tomar un mate y Skypear con los seres queridos mientras el resto de la tribu está afuera ganándose sus pounds o encerrados en sus piezas. Y son estos escasos momentos, preciados como el oro en la antigüedad o como el papel higiénico en los campamentos, en los que aprovecho para seguir escribiendo estas líneas.

Siguiendo con el hilo de lo que venía contando en los posts anteriores, el guía al finalizar el tour a la gorra por la ciudad de Edimburgo expuso todo su carisma y las buenas prácticas aprendidas en la escuela de guías para extraer de nuestros bolsillos todas las libras posibles. No les voy a decir cuando le dejé porque eso es realmente a voluntad y si uds. hacen el tour no quiero que digan “Pablo dejó £10 por esto…es un boludo” o “El rata de Pablo solo le dio £10 a este flaco que se desvivió por resumirnos 1000 años de historia en 3 horas”.

Pero el guía utilizó otro recurso para mantenernos hasta el final del tour y ubicarnos a todos vulnerablemente sentados en un círculo del que solo podías salir dejándole un billete en el sombrero. El recurso utilizado fue el suspenso y la intriga. Durante todo el recorrido mencionaba a la “famosa” Piedra del Destino (la tengo que poner en mayúsculas) y no nos comentaba de que se trataba. Obviamente que nosotros nunca habíamos escuchado de tal piedra ni de su gran importancia para el pueblo Escocés. Uds ya son conscientes de su existencia y seguramente al terminar de leer este post lo van a Googlear, así que cuando el guía lea la línea de su guión que dice “¿No saben lo que es la famosa Piedra del Destino?” uds ya van a poder contestar que sí y lo van a descolocar, aunque sea por un rato. Además está por salir o ya salió una película sobre todo esto, así que consulten su cartelera de cine! De todas formas van a tener que escuchar la historia al final del recorrido y dejar el billete.

Cuando el último turista puso su limosna en la gorra, se da por terminado el tour y te invitan a disfrutar de un almuerzo con un pequeño descuento por haber participado de la recorrida con ellos. El descuento es diminuto en libras, pero si piensan en pesos argentinos como yo….es un descuento que vale la pena aprovechar! Más que nada si el objetivo es meter algunas calorías en el cuerpo. Además les dan la oportunidad de comprar los tickets anticipados para la función de la noche, que consiste en un tour similar al que acaban de realizar pero en la oscuridad de la noche, visitando cementerios y parajes oscuros, teniendo la chance de cruzarse con algún espíritu. Muchachos, aunque no crean en todas esas cosas, vale la pena! La ciudad está llena de “empresas” que hacen este tour. No recuerdo bien cuanto me cobraron pero no era mucho, pero me había caído simpático el guía y mis compañeros así que no dudé de hacerlo con ellos. Además el resto de las empresas me parecían poco serias. La modalidad es la misma, te ofrecen el tour “gratuito” y vos dejás al final la propina que pensás conveniente, pero OJO. Te llevan también al cementerio y a la ciudad subterránea (que nunca existió) pero me comentaron que a veces meten extras para asustarte y el guía se disfraza de vampiro o fantasma. Uds. hagan lo que mejor les parezca, yo creo que recorrer una ciudad desconocida de noche guiado por el conde Drácula es poco serio, jaja.

En el horario indicado nos volvimos a encontrar todos en el mismo lugar para comenzar el tour fantasma. Si bien era octubre el frio penetraba mis 2 pantalones, 2 camisetas, polar y campera. Estaba muy bravo, pero no me iba a perder la oportunidad de estar cara a cara con un auténtico fantasma escocés tocando el bagpipe. Me había olvidado de comentar algo que me llamó muchísimo la atención de esta ciudad: el olor. Algo totalmente indescriptible. Hasta ahora había visitado solo 2 lugares que me asombraron por el olor. Primero la ciudad de Malargüe en Mendoza que estaba toda cubierta por un exquisito aroma a vainilla, canela y algo más. Ninguno de los locales me supo explicar el origen del mismo, ni sabían a que me refería cuando les preguntaba. Cuando entras a una habitación con un olor determinado lo notás al principio y después el cerebro se termina acostumbrando. Seguramente los maragüences dejaron de notar ese olor hace mucho. Si llegan a ir por esos lados se van a dar cuenta de lo que hablo, más que nada después de una lluvia.

Otra ciudad regada de olores extraños era Kolkata en la India. Desde que salí del avión lo noté y si bien me acostumbré a lo largo de mi estadía, al regresar de Nueva Delhi lo volví a percibir. No era un aroma agradable ni desagradable (por suerte). Me imagino que sería causado por la humedad, la basura, las especias no se bien. Era una constante. No le pregunté a nadie a que olía Edimburgo, seguramente tendría la misma respuesta que en Malargüe. No se de dónde provenía ese olor ni a donde iba. Lo más cercano era un olor a vino un poco pasado, mezclado con frituras. Seguramente estaba bastante cerca porque según tengo entendido los edimburgueses comen todo frito. El postre preferido es una barra de chocolate frita!

Salí de mi hostel y me golpeó primero el olor y después el frío que me estuvo acompañando toda la noche. La recorrida fantasma empezó en la catedral, bajo la cual supuestamente había existido una ciudad subterránea que cuando se desató la peste bubónica fue cerrada por el gobierno dejando a todos los pobres tipos que vivían adentro encerrados, tratando de sobrevivir entre las ratas apestadas, la falta de comida, agua y aire. Años más tarde volvieron a abrir ese conducto que pasa por debajo de un gran puente y desde ese momento juran haber visto espíritus de la gente encerrada (y ya muerta, obvio), sus almas en pena siguen por ahí. Mas precisamente el de una nena que perdió su muñeca entre tanto quilombo y le pide a los visitantes que le lleven una. No les voy a dar muchos detalles de esto ni de nada más porque es como contarles el final de la película.

El highlight del tour es cuando te llevan al cementerio. Se pueden ir dando cuenta de la morbosidad de esta ciudad. Hacen todo alrededor y en torno al cementerio (como en la Recoleta). Tienen varios cementerios en la ciudad, nosotros por lo menos visitamos 2, ambos igual de tenebrosos y cada uno con un espíritu peor que el otro. Ahora que lo pienso, ambos cementerios dicen estar poseídos (no se si es la palabra correcta) por el mismo espíritu…como hará para estar en 2 lugares al mismo tiempo? La historia dice que hace muchos muchos años había un tipo llamado MacKenzie al que apodaban “Bloody” (sangriendo). Les resumo la historia, si no les interesa salteen hasta el próximo párrafo. Escocia e Inglaterra siempre estuvieron peleadas. Llegó en un momento el rey de Inglaterra y les dijo a los escoceses que dejen de adorar a Dios, ahora lo tenían que adorar a él que les iba a hacer de intermediario. A los escoceses no les gustó un carajo y decidieron juntarse a escondidas a seguir adorando a Dios y de paso a tirarle tierra a los ingleses y al rey. Confeccionaron una especie de petitorio para rajar al rey y que volviera todo a como estaba antes. Salieron por toda Escocia a que la gente firmara esto. Ojo, tampoco eran tan buena gente, como vieron en Corazón Valiente, iban y decían “O firmás esto o te convierto en haggis”. No había buenos y malos. Resulta que esto causo disgusto entre la gente que gobernaba así que designaron a este MacKenzie para que persiguiera y encarcele a los que estaban firmando este petitorio. Los encerraba y torturaba hasta que lo “desfirmaban”.

En uno de los cementerios, cerca del mausoleo de este MacKenzie hay un lugar cerrado en donde se concentraban a estos presos y los torturaban. El lugar está cerrado porque tuvieron experiencias sobrenaturales demasiado violentas. Mandaron a mediums y caza fantamasmas que trabajaron infructuosamente en la zona. Los guías que entraban con los tours tenían miedo, les empezaron a pagar un plus por “trabajo peligroso” hasta que finalmente hubo un hecho que no puedo relatar y lo cerraron para siempre.

El otro cementerio también estaba lleno de historias maléficas. Había una tumba en la que solían entrar pero dejaron de hacerlo porque la gente era poseída y los guías terminaban sufrieron golpes, puteadas, etc. Las autoridades interpretaron que el espíritu no quería ser perturbado y le pusieron una reja. Según nos contaron, de un día para el otro la reja apareció totalmente destrozada, con sus partes diseminadas por todo el cementerio, pero la tumba estaba intacta. Alto cagazo, pusieron otra reja, candado y nadie más entra. Una decepción total, llegue tarde….si iba unos 10 años antes capaz que podía entrar a la tumba y al campo de concentración. Capaz que hasta me poseían y tenía algo interesante para bloguear y no puras boludeces.

No se que decirles…..será verdad? El tour dirigido por el flaco vestido de Drácula será igual? Contarán otras historias? Habrá que volver para averiguarlo. La foto de la izquierda es la parte de atrás de una lápida....un mensaje? Casualidad? Espero sus comentarios.