martes, 8 de marzo de 2011

Welcome to Buda-sex

Algunos de ustedes me dijeron “¡Estás loco! ¿Te vas a Hungría?” como si fuera a caer detrás de cortina de hierro del comunismo y quedar encerrado allí para siempre. Es cierto que al encontrarse en Europa del este es muy diferente en todo sentido a los países del oeste, como puede ser Francia, España u Holanda. Pero créanlo o no, dentro de los países del este, éste es el más occidental. Están a punto de adoptar el Euro, hace unos días no más el gobierno de Europa se mudó a Gödölő, la primera ciudad en la que viví, en la capital todos los precios están en Euros (e inflados), o sea son parte de la comunidad.

Hablando con gente local, insisten en decirme que Hungría fue y seguirá siendo un gran imperio. La primera guerra mundial se desató porque asesinaron a un príncipe austrohúngaro en Serbia. El imperio le declaró la guerra a Serbia y la URSS comenzó a apoyar a éste último. Más tarde se fueron agregando más naciones al conflicto y todos sabemos como terminó. Después de ésta guerra, por medio del tratado de Trianon, Hungría perdió 6/7 de su territorio que fue repartido entre los países vecinos, Eslovaquia, Romania, Croacia, Austria, Serbia y alguno más que no recuerdo. Es desde ese entonces que odian a los serbios y franceses y la gente sigue insistiendo en que ése es su territorio, los pobladores allí hablan húngaro y conservan las costumbres locales, aunque perdieron su nacionalidad. En algunos lugares es posible encontrar mapas del Imperio Austro-húngaro como solía ser, a veces se lo ve impreso en los vidrios de los autos, colectivos, en las patentes, cuadros en los negocios, es como un símbolo y una utopía nacional seguir reclamándolo.

Unos años después, Adolft Hitler en medio de sus invasiones a los países vecinos convenció a Hungría de que si se unían al Eje, al salir victoriosos recuperarían todo su territorio. Al poco tiempo de firmarse el tratado, creo que ya habían anexado parte de Checoslovaquia. Todo iba según lo planeado hasta que en algún momento de la historia, no recuerdo cuando y no tengo ganas de Wikipediarlo, Hungría decidió que era tiempo de dar vuelta la tortilla y comenzar a dar ayuda a los Aliados y países neutrales. A Hitler no le gustó nada su actitud y los nazis invadieron Budapest quedándose ahí por la fuerza. A pesar de esto, hablando con la gente común no sienten el mismo odio por los alemanes que por franceses y rusos, aunque tampoco los quieren demasiado.

El odio a los rusos siempre estuvo latente, pero todo empeoró luego de que URSS liberara a Budapest de los nazis. El comunismo se estableció en el país y duró hasta hace unas pocas décadas. En la Plaza de los Héroes hay varias estatuas de los próceres más importantes del país y durante el control soviético fueron cubiertas con banderas comunistas. Hay un museo en Budapest llamado “Museo del Terror” en donde se puede apreciar por medio de fotos, videos y textos los efectos devastadores de la dictadura soviética en el territorio. Todavía quedan muchas evidencias de esos años, edificios de malísima calidad que contrastan con los palacios en la capital; innecesaria burocracia al realizar cualquier tipo de trámite e impuestos que ahogan la economía personal de los residentes.

Al ser turista uno se da cuenta que es un país “distinto”, ves cosas a las que no estás acostumbrado, hasta la mentalidad de la gente es diferente. Pero el verdadero cambio se debe sentir al vivir como uno de ellos. La mayoría de los húngaros, en especial los mayores tienen un odio acérrimo hacía los rusos. Tuve suerte de conocer dos rusas viviendo en Budapest y les consulté sobre esto. Me dijeron “Estos húngaros son unos desagradecidos, nos odian después de que los rusos los liberamos de los nazis, además en el comunismo no se vivía tan mal…” Supongo que cada uno tiene su opinión personal, además debía depender de que tan acomodado estuvieras con el régimen. Algunos húngaros un poco más jóvenes pero no tanto como para no recordar nada de la dictadura dicen que al final todo se fue suavizando y habían ciertas libertades, como poder ver la MTv o radios de EEUU e Inglaterra.

Pero suficiente con la historia del país porque eso no es lo que venía a contar. Budapest es considerada la “París del este”. Doy fe que es una ciudad que vale la pena visitar en al menos 4 días. Aquí básicamente van a encontrar paisajes increíbles con el río Danubio como protagonista, aguas termales, colinas, castillos, arquitectura, alcohol en exceso (el veneno local se llama pálinka), comida y mujeres. Si, mujeres, me animo a decir que es una de sus industrias más importantes de Hungría es el sexo y las películas condicionadas.

No se como empezó todo, pero la conjunción de la belleza de las mujeres y el visto bueno a la producción y comercialización de este tipo de películas hizo que se transformara en un ícono más de la vida cotidiana húngara. Ustedes van a una estación de servicio, por dar un ejemplo, y en frente de la heladera en la que venden pálinka, cervezas y todo tipo de bebidas alcohólicas está la clásica sección de CD y DVD. Pero acá no tienen copias truchas de Gilda y Malakate, no…en su mayoría son películas XXX, debe ser para liberar tensiones al llegar a casa después del largo viaje.

En el video club, las películas porno no están al fondo de todo, tapadas de alguna forma para evitar contaminar la mente inocente de los niños. Están la vidriera. Es más, no se como cuernos se dice “video club” en Húngaro, pero es fácil ubicarlos porque son los negocios que tienen carteles con minas en bolas. Pero esto no termina acá, ¿para que vender algo intangible, una simple imagen si podemos vender a una mujer real, de carne y hueso? Como en todas las ciudades del mundo, en Budapest abundan los puticlub, pero lo que más me impresionó es que llegué al hotel Mercure Korona (cuatro estrellas, no uno medio pelo) y me regalaron un mapa. Atrás del mapa, todas, el 100% de las publicidades eran de show de strippers y servicios relacionados.

Una vez, durmiendo en el hotel escucho un ruido tipo 3 de la mañana en el pasillo. Puertas que se abren y se cierran. No podía mirar por la mirilla porque no había, la curiosidad me mataba, así que directamente abrí la puerta y espié. Ahí estaba, la señorita prostituta caminando por el pasillo, haciendo ruido a propósito para que todos sepamos que está allí. El modus operandi es que después de que la contrata un cliente y termina el servicio, se queda dando vueltas por ahí con poca ropa (muy poca ropa) viendo si pesca alguno más sin salir del hotel. Después de todo afuera hace frío para estar en bolas. Me mira y me dice “Like what you see?” en un inglés con un acento ruso importante. Yo estaba dormido, me acomodé las lagañas para ver mejor y le digo simplemente “Ahh???”. Se da vuelta para mostrar el resto de su figura y pregunta: “Sex?”.

Por lo menos son simpáticas. Cuando volvía tarde al hotel, en la puerta siempre había un par. Paso casi corriendo a causa de los 8 grados bajo cero y escucho “Halo…”. Le contesto “Halo…”. Y sin dar vueltas…”Sex??”. Jajaja. Como regla general, cualquier mujer que está sola en la calle y te saluda después de las 9 de la noche está ofreciendo sus servicios sexuales. Y por el solo hecho de no hablar húngaro el precio se duplica. Aunque hay una excepción que ahora voy a explicar.

Si bien Hungría es un país “occidentalizado”, al venir a Budapest tienen que tener ciertos recaudos:

Ojo con los taxis, como en todos lados te pasean, se hacen los que no entienden y te termina saliendo todo el triple. Esto es válido en todas las ciudades del mundo, ya recordarán lo que me pasó India, pero bueno, lo tenía que mencionar. Otro Scam muy famoso es que le pedís ir a un restaurant o club determinado pero te lleva al que él quiere. Obviamente que hay una comisión de por medio arreglada entre el restaurant y el taxista y la terminamos pagando nosotros.





El transporte público es excelente, pero los tickets o pasajes no se compran arriba del colectivo o tranvía, los tienen que comprar antes. Y la verdad es que hay pocos controles. Yo me subí en colectivos y tranvías y nunca me pidieron el ticket, tampoco lo tenés que mostrar al chofer ni nada. Pero en el metro sí te controlan y si no tenés pasaje o si no está validado te hacen pagar una multa importante. Además que si te ven pinta de turista te paran. Tenés el 100% de probabilidades de que te agarren en el metro y pasás un momento feo. Los inspectores miden 1,80 m por 1,80 m, dénse una idea. Compren el ticket que no es tan caro como en Londres.

Tercero, cuidado con los puticlub de Vaci utca. La Váci viene a ser la calle Florida de Budapest. Es el tontódromo por donde caminan los turistas, vienen y van todo el tiempo. Están todos los negocios caros y restaurants con mozos bilingües y precios occidentales. Se puede comprar de todo acá, aproximadamente un 100% más caro de o que sale en cualquier otro lado. Estás pagando el precio de turista. Pero el problema es con los shows de strippers. Entrás ahí y puede ser que no salgas al menos que desembolses unos 400 euros. Yo personalmente no frecuento esos lugares así que no me preocupé, pero les doy el consejo.

Y por último, algo muy relacionado con lo anterior. Hay un clásico “scam” o “estafa” que les hacen a los turistas del que me advirtieron apenas llegué. Ya conozco a mi suerte y sabía que tarde o temprano me iba a pasar, y pasó. Les detallo. Uno de los flacos con los que trabajo, me comentó durante mi primera semana de proyecto, que un día estaba en Budapest en un club y se le acercan dos mujeres con apariencia 100% normal. Empiezan a hablar y a los 15 minutos una de las chicas le dice “Esto está un poco aburrido, vamos a otro lado”. El flaco accedió.

Salen y el chabón les dice que conoce otro lugar para tomar algo. Las chicas le dicen que conocen un lugar mejor que como él es turista seguro que ni sabe que existe y terminan yendo. Como las muchachas jamás dijeron la palabra “Sex” que caracteriza a las prostitutas, el tipo descartó esta opción y estaba totalmente convencido de que se estaba levantando a un par de chicas que buscaban una noche loca en Budapest. Entran al lugar, un restaurant super lujoso en el último piso de un edificio bastante destacado de la ciudad desde donde se veía el río, los puentes y el castillo. Una vista espléndida, un pianista en vivo y mozos con la servilleta en el antebrazo.

Mi compañero empezó a entrar en pánico, ya se imaginaba que cuando se sentara empezaba a contar el taxímetro y que la cuenta iba a tener unos cuantos ceros. Como ya había cenado se pidió solo una cerveza pero las chicas pidieron comida (de la buena) y más bebidas. El jamás vio la carta ni los precios. Charla va, charla viene, no recuerdo bien como me lo contó pero la conclusión es que le llegó una cuenta de 400 euros. El tipo la mira, saca 10 euros y los pone sobre la mesa. Las chicas lo miran con cara sorprendida a lo que él responde: “Yo solo me tomé una cerveza, ustedes se comieron todo, nunca les dije que les invitaba, acá tienen 10 euros que ya es demasiado”. Ahí cambió el color de todo y la estafa se hizo evidente. Las flacas van en grupo por la calle o en bares, agarran a algún turista desprevenido, los llevan a un lugar caro donde además ya las conocen y les llevan una cuenta totalmente inflada (gente, no se entiende NADA en las cuentas y tickets, ni una sola palabra se rescata) y el turista una vez que ya está adentro, por falta de opciones se siente entre la espada y la pared y paga.

La persona que me contó esto, terminó la historia de la siguiente forma: cuando vio que las cosas no iban ni para atrás ni para adelante, abrió la billetera y se dio cuenta de que tenía solo 50 euros más. Y dijo “Miren chicas, la verdad que fui un idiota, yo estoy pensando en la plata y me olvido que estoy casi de vacaciones en esta ciudad impresionante y sentado con dos chicas hermosas, la mejor compañía que me podría haber tocado. Y seguro que después de pagar esto me invitarán a su casa a hacer algo más, no??…..el problema es que solo tengo 50 euros conmigo, pero tengo más en el hotel. Podemos hacer lo siguiente, yo dejo esto, una de ustedes viene conmigo al hotel y vuelvo con el dinero”.

Las chicas accedieron. Cuando van bajando por el ascensor el tipo sigue chamuyando a su captor, ya en evidenciado de que eran prostitutas y de las que no avisan. La termina convenciendo de que si va a comprar la “mercadería”, quería ver antes lo que se ofrecía. La muchacha sin muchas vueltas (en realidad solo una) le da la espalda y se baja los pantalones. En ese mismo momento la puerta del ascensor se abre y el chabón empieza a correr. Claro, la minita se tuvo que levantar los pantalones (imposible correr con los pantalones bajos) y a esa altura el tipo le sacó 2 cuadras. Dijo que veía volar los zapatos, jaja. Una historia genial. Yo se las cuento tal cual me fue contada, dudo de su exacta veracidad, pero tiene sentido, no?

La conclusión es simplemente, cuidado con las mujeres que se acercan muy animosamente en clubs y en la calle. Hoy hablando con una compañera de trabajo húngara me dijo que debería agregar “….en especial, mucho más cuidado si son rusas” jaja. Ya les dije que no les caen bien los rusos. Esto NO es Pol0nia donde los chicos se sientan en el bar y las mujeres salen a cazar hombres. Acá si una mujer se te acerca y está sola o muy bien acompañada significa casi en un 90% que es prostituta.

Hoy vine a Budapest simplemente a una fiesta, mañana vuelvo a mi divertidísima ciudad. Empiezo a caminar por la calle con mi mochila que dice “Soy turista” y con el bolso de la notebook. Presa fácil, muy fácil. Mientras estoy mirando hacia arriba, al hotel Kempinski escucho una voz femenina. Miro y eran dos chicas, me hablaron en húngaro. Yo seguí caminando y le dije en español “No te entiendo”. Las chicas no eran muy lindas, tampoco feas. Medio pelo para arriba, lindas, normales. Estaban vestidas de forma normal, parecían turistas. Me dice “Do you speak English?” Su acento me pareció italiano así que descarté la estafa que acabo de describir. Y empezamos a hablar en inglés.

Me pregunta si tenía un mapa, le digo que no, que no necesito mapas, todo está en mi cabeza. “Ok”, me contesta, “necesitamos ir a la calle…..”. “Disculpá, no la conozco…”. Cuando estoy a punto de dar el primer paso para seguir mi camino, me pregunta “¿De dónde sos?”. Mmmm. Le contesto mi verdadero origen. Como pensé que era italiana estaba esperando el clásico “Maradona…”. Pero no, me dice “Ah…nosotros somos de , vinimos por dos días a Budapest”. Y me sonríe. Se me quedaban ahí mirando, esperara que yo dijera algo. Acá empecé a sospechar de estas estafas, pero no estaba seguro, seguí el juego. Les pregunté si les gustaba Budapest, cuando habían llegado y les digo que les conviene entrar al hotel y preguntar ahí la calle a lo que me contestan “Estás de vacaciones o trabajando??”. Ya está, no les interesa más la calle que buscaban, están viendo si tengo euros en el bolsillo. Les contesté con la verdad y me preguntan “¿Qué hacés?”. Les dije cualquier cosa, lo primero que se me ocurrió. Ahí empecé a pensar distintos chamuyos para seguir el juego de una manera coherente. Estaba concentrado en seguir el juego y no recuerdo exactamente la charla. Me hablaban de Budapest, si había ido a tal y tal lugar….cuantos días me quedaba…no fue mucho tiempo. Habrán sido solo 10 minutos.

Yo tenía dos horas para tirar a la basura, me habría podido quedar ahí chamuyando pero esta gente es hábil y te pueden meter en esos antros sin que vos te des cuenta. Entonces les digo “Bueno chicas, un gusto me tengo que ir”. Y la otra muchacha, la que estuvo callada toda la charla me mira y me pregunta “mmm…pero que haces hoy a la noche??”. Jajaja. Estaba esperando que me lo preguntara, cuando vieron que ya me estaba escapando jugaron la última carta. Les repito si eso mismo pasa en Polonia, según tengo entendido (nunca fui) es un street pick up que es usual en las polacas. Pero en esta ciudad, desconfíen y aléjense de la mejor manera posible.

“Hoy a la noche tengo una cena con mis colegas y después saldremos a tomar unas cervezas”. Ellas pueden manejar a un solo individuo a un turista que está solo y que cuando se ve acorralado entre pagar una cuenta monstruosa o tener que vérselas con los muchachos rudos que están la puerta del restaurante, decide pagar e irse corriendo lo más rápido que puede. Pero como les dije que éramos un grupo, ellas solo son dos, es más difícil llevarnos al lugar donde está preparada la trampa y suponiendo que lo hiciéramos, al momento de pagar o enfrentarnos con los de la puerta, creo que elegiríamos la segunda.

Fue entretenido, y espero que si en algún momento están en ésta misma situación, se acuerden de éstos párrafos y sepan que hacer pero mucho más importante, que NO hacer.