viernes, 13 de abril de 2012

254 horas

Ese es el tiempo que le queda a este viaje. Como algunos de ustedes sabrán, durante mi semana en Budapest tomé en consideración todo lo que tenía en Argentina y lo poco que tengo en Europa. A eso le sumé la falta de motivación y de trabajo que hay en Europa por lo que tomé la decisión de adelantar mi regreso. Convertí una mudanza a Europa del este en un tour de dos meses alrededor de España. Y estoy muy feliz con mi decisión. Así que ahora, faltando 254 horas (un poco menos de 11 días) para mi regreso voy a empezar a relatar esta mini aventura.
Como recordarán, mi viaje empezó en Madrid donde estuve una semana. Luego de la semana en Budapest regresé a España, más específicamente a Barcelona donde estuve unos 7 días. Personalmente me gustó mucho más Barcelona que Madrid, aunque son ciudades completamente diferentes y vale la pena visitar ambas y pasar un buen rato recorriendo las avenidas, callejones, plazas y bares de tapas. España es un país con miles y miles de años de historia y por su territorio pasaron diferentes pueblos. En un principio fueron los fenicios, luego los romanos, los visigodos, los árabes y por último los católicos que con la inquisición erradicaron al resto de los pueblos de la península ibérica. 

Toda esta ida y venida de gente causó que hoy en día España sea un país sumamente heterogéneo, en todo sentido. Después de 6 semanas de recorrida les puedo decir que al ir de una parte a la otra del país, lo único que se mantiene constante es el hábito de salir de tapas, aunque lo que se sirve como tapas varía mucho de región en región, en cualquier lado se puede encontrar una tostada con jamón ibérico o el bocadillo de tortilla. Pero fuera de eso, no hay nada que se pueda considerar homogéneo en todo el país, ni siquiera el idioma. Supuestamente el español se debería hablar en todos lados, pero hay lugares (generalmente los pueblos más chicos) donde puede haber gente mayor que no lo hable o que no quiera usarlo. 






Barcelona queda en Cataluña, en la región noreste del país. Además del español se habla catalán (mejor dicho, la gente habla catalán, pero también aprenden español en el colegio, aunque como ya dije, en los pueblos más chicos quizás solo hablen catalán). Este idioma es una mezcla entre el castellano que nosotros conocemos y el francés. Aquellos que hablae francés van a encontrar las similitudes, los que no hablamos pero chamuyamos un poco, también. Si alguien quiere excluirlos de una conversación, hablando un catalán cerrado lo va a lograr. Es bastante complicado de entender si no estamos familiarizados. En cambio, al leerlo la cosa se simplifica y si van en el metro aburridos, puede ser que se entretengan un rato leyendo alguna edición del diario en catalán (o por lo menos pueden mirar las fotos).
En Barcelona van a encontrar de todo. En serio, es gigante. Tiene playas, montañas a menos de 2 horas de viaje para practicar deportes invernales, tiene un castillo, está rodeada de montes con vistas panorámicas increíbles, tiene vida nocturna absolutamente todos los días, al igual que Londres es una ciudad muy cosmopolita, llena de gente de diferentes países y culturas. Tiene construcciones de hace cientos de años y edificios super modernos. El aire que se respira allí es diferente, es una mezcla de la brisa del mar, el olor de la enorme masa de gente y de las frituras que salen de los restaurantes. El sello arquitectónico de la ciudad lo dejó un tipo llamado Gaudí. Si no saben quien fue los invito a que lo Googleen.
La biografía que nos venden es que cuando este señor era niño vivía en una granja y se sintió muy atraído a la naturaleza, los animales, las platas y las flores. Estudió detalladamente las estructuras de los troncos de los árboles, como las flores se iban abriendo y sus pétalos se separaban, los panales de las abejas, etc. O sea, si la naturaleza hace las cosas de esa forma debe ser porque funciona, todos sabemos que la naturaleza es sabia, si la celda del panal de la abeja es un hexágono, por algo será. Con los años se convirtió en un arquitecto y en todas sus obras podemos ver un estilo totalmente revolucionario que fue continuado por sus discípulos luego de su muerte.
Lo más representativo de éste hombre, entre otras cosas, se encuentra en el parque Güell, en el diseño del paseo da grácia, en la casa Batlló (foto de la izquieda), la Pedrera y en la Sagrada Familia. Este último monumento es uno de los más visitados de la ciudad de Barcelona y todavía está en construcción. Lleva más de 120 años en obra y se prevé que estará terminada alrededor del 2035. ¿Por qué tardaron tanto? Bueno, todos sabemos que los grandes monumentos que existen en nuestro mundo, como las pirámides de Egipto fueron hechos desgraciadamente con esclavos descartables. Con mano de obra barata cualquiera puede hacer cosas impresionantes. Al estar abolida la esclavitud y tener que pagarle a los obreros, la construcción sufrió varias demoras y pausas a lo largo del tiempo (es realmente inmenso y con miles de detalles, vale la pena ir y quedarse un buen tiempo apreciándolo).


Otra de las razones de la tardanza es que este tipo era tan revolucionario que no existían métodos prácticos para ejecutar lo que él dibujaba. Hubo que esperar avances tecnológicos y mejoras de diversas técnicas para poder alcanzar lo que estaba especificado en los planos. Es por esto que cuando vemos el avanze de la obra a lo largo de los años, se puede ver que al principio venía a pasitos de tortuga pero que se fue acelerando en las últimas décadas. Por último, está la leyenda de que Gaudí pretendía que cada generación le agregara algo a la Sagrada Familia y de esa forma nunca estará del todo finalizada, sino que estaría en constantes reformas. En fin, vayan, mírenla, paguen la entrada porque vale la pena, ojo con los bolsillos porque para llegar al monumento hay que eludir un cordón de pungas, y una vez adentro lean la historia y asómbrense.




Hablando de pungas, ya les comenté en un post anterior como viene la onda de los gitanos en esta ciudad y de lo paquis (como los llaman acá cariñosamente) que venden cerveza. En realidad quizás no se dan cuenta de que les quieren vender. Dicen rápidamente “¿cervesabir?”, lo que trata de ser un “Cerveza/beer” asegurándose de alcanzar tanto al mercado hispanohablante como al resto del mundo. Continué un poco más la investigación y con mi amigo agarramos a uno con las manos en la masa y aquí está el video mostrándoles como deja la cerveza cuando aparece la policía, el muchacho se hace el boludo y cuando pasa el peligro, vuelve a buscar la mercadería:




Una semana fue más o menos suficiente para llevarme una buena impresión de la ciudad, por supuesto que si uno se queda un mes encontrará cosas nuevas todos los días, pero para un viaje de 60 días, gastar más de una semana sería demasiado. Ahora sí empezaría el viaje solitario, hasta ese momento había estado con una amiga en Madrid y con mi amigo Argento en Barcelona y Lituania, pero armé mi mochila, la cargué con los 15 kg que me permite llevar Ryanair, dejé el resto del equipaje en su casa y me fui a la estación de buses para tomar un bondi a Valencia, la próxima parada de mi viaje.

3 comentarios:

  1. Me leí y disfruté todos tus posts desde el principio.

    Tu forma de bloggear es un poco errante. Quedan huecos y a veces es complicado de seguir. Más allá de eso, es una perspectiva interesante.
    Me resulta enriquecedor coincidir en algunas cosas y haber tenido experiencias diametralmente opuestas en otras. Yo sí perdí un avión, lo cual es tan terrible o más de lo que te imaginás. También me pidieron documentos pero de una forma cero intimidatoria. Me pasaron las mil y una. Estuve 4 meses yirando por los destinos más típicos de Europa Occidental y después me fui 15 días a Grecia y el panorama es totalmente diferente. La gente es como la que describís en los países orientales. ¿Será la descendencia? ¿Será la cultura?

    Algunas low-cost son increíbles. Yo un año antes que vos viajé de Milán (Bergamo) a Londres (Stansted) por 0 euros. Sí, gastás en micrito a las ciudades, pero no hay micro ni tren posible y justifica. Además, las low-cost viajan a Barajas así que llegar a Madrid siempre es un placer. Además, RyanAir sigue extendiendo su lista de destinos mes a mes.

    Viajar es genial. Y me animo a decir, sobre algo que comentaste, que las cosas no cambiaron mucho acá cuando vos volviste sino que fue tu perspectiva la que sí cambió y por eso las percibís así. Me pasó. Y les pasó a todos los que conozco que viajaron. Y lo de "¿Cuándo se puede decir que uno conoce una ciudad?" es tal cual.

    Viajar solo es un tema. Creo que vale la pena hacerlo, pero solo una vez. El verdadero disfrute de lo desconocido, para mí, está siempre en poder compartirlo in situ.

    Ojalá sigas viajando y bloggeando. Siempre es enriquecedor, más allá de la recomendación técnica, leer aventuras que reconfirman que viajar y conocer es la mejor forma de gastar el dinero.

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    1. Si...quedan huecos por lo que te conté. Es difícil escribir cuando estás viajando...te planteás la pregunta "Escribo o salgo a disfrutar del viaje?" y cuando volvés te agarra la vagancia y es imposible retomar. Hay que tomarlo como es...inconcluso....cuántas veces no ha pasado lo mismo con una serie norteamericana? jeje. Me alegro de que hayas disfrutado de la lectura, si tenés tantas experiencias de viaje deberías escribir tu propio blog!

      Un abrazo!

      Pablo

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  2. ¡AH! ¿Y las fotos? Con esa linda cámara que llevaste, imagino que debe haber más de mil. ¿Están subidas a alguna página?

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